En Moscú, un asesinato de un adolescente cometido hace 34 años fue resuelto gracias a las huellas dactilares

En 2023, los investigadores identificaron a un criminal que había matado a un chico de 13 años en 1989 en el barrio de Sokolinaya Gora. El caso fue resuelto gracias a un reanálisis de las huellas dactilares dejadas en la escena del crimen.

La tragedia ocurrió el 1 de agosto de 1989. Los padres de Aleksey se fueron al trabajo y su abuela salió brevemente del apartamento. Alrededor de las 10 de la mañana, el chico escuchó que llamaban a la puerta: una voz masculina le informó sobre un «telegrama urgente» que requería una firma. Ignorando la regla de no abrir la puerta a desconocidos, Aleksey dejó entrar al hombre. El agresor lo atrajo hacia la cocina y lo golpeó en la cabeza con un objeto pesado. 

Cuando Aleksey volvió en sí, logró contarle a su abuela lo sucedido, pero falleció en el hospital ese mismo día. El asesino robó una videograbadora Panasonic (por valor de 1870 rublos) que la familia había traído de un viaje de negocios al extranjero.

La investigación de 1989 no dio resultados. No fue hasta 34 años después, cuando un nuevo análisis de huellas dactilares reveló una coincidencia en la base de datos. El asesino resultó ser un residente de Moscú de 52 años, que trabajaba como guardia de seguridad. En el momento del crimen, era obrero en una fábrica de aviones, y, al enterarse de la existencia de un apartamento «rico», decidió robarlo. Llevó consigo una varilla con la que golpeó al chico. Vendió la videograbadora por 1000 rublos y se gastó el dinero en ropa.

El sospechoso fue detenido el día de su cumpleaños. Confesó inmediatamente su culpa y reveló que, posteriormente, había sido condenado varias veces por robos. Su esposa e hija adulta no sabían nada del crimen y se quedaron impactadas por su detención. 

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